Cuando algún mexicano escucha el nombre de Hernan Cortez, la expresion dibujada en su rostro es de desprecio e indignación.
Ya han pasado 497 años y siguen con el mismo odio, porque “conquistó México”, pero en ese entonces ni siquiera se consideraba a México como una nación, no traicionó a nada ni nadie. el solo cumplio con su trabajo.
Ahora los restos de Hernán Cortes se encuentran “ocultos”, sin acceso a ellos, ni un museo, ni una vitrina, más que una placa condenada a estar al fondo de una iglesia, donde nadie pueda verla. Se encuentra ubicada en la Iglesia de Jesús Nazareno, según lo que pude averiguar, antes era un hospital en el centro histórico de la Ciudad de México, en la calle República del Salvador 119.
La Iglesia se encuentra demasiado descuidada, no se permite tomar fotos adentro de la parroquia y mucho menos acercarse a la placa, que se encuentra al fondo a la izquierda, donde el padre es el único que tiene acceso a ella. Al preguntar sobre ella solo unos pocos saben y solo unos pocos lo dicen. Esta placa se encuentra al fondo para que no sea victima del vandalismo, puedo decir que en mi pequeña visita al templo sacro, no logre averiguar algo sobre los restos de Cortés.
imagen de mi autoria , no pude tomarle a la placa de Cortes.
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